NO
No es
qué ya no te quiera,
no es
qué me duela tu nombre,
no es
qué me sienta herida.
El querer
ha pasado,
inadvertido,
como
el murmullo de un ángel herido.
La llaga
escuece cuando te siento,
las palabras
cobran peso y no me dejan respirar,
el
tiempo no calma el dolor de las traiciones,
de los
golpes, de los celos,
solo
los reemplaza por recuerdos,
imborrables
y sordos recuerdos.
No es
qué ya no sienta amor,
no es
qué esté ciega por el odio,
no es
qué no quiera dar perdón.
Has mutilado
mi corazón,
lesionado
mi cordura,
abaratado
mi amor.
Tú,
qué has vivido de mi vida con
el libre
albedrío de un tirano,
tú, qué
has agotado la pasión
en
otros lechos mundanos,
despreciando
las alianzas que nos unían.
No, no
es qué tú ya no me quieras,
es qué
ya, no te quiero yo.
Oscura
forastera
Un toque de valor, una "auto confianza recuperada", un "renacer" de esta mujer, que lucha por lo que es, una persona con dignidad a la que nadie puede menoscabar en sus derechos, ni como mujer ni como ser humano. Sera libre, dentro de su prisión de los daños recibidos (psíquicos y físicos), pero al fin LIBRE de ese tirano.
ResponderEliminarUn ole por ella y por todas las personas que salen de su "encierro en vida", sean hombres o mujeres (no olvidemos que también hay hombres maltratados, aunque la mayoría callen por vergüenza).