UN REFLEJO EN LA LUNA LLENA

Es de noche ya. La brisa acaricia tu rostro moreno y aunque una sonrisa en tus labios dibujes, en tus ojos, una pena de amor se divulga.
Cómo prefieres estar solo para que así, mi aroma te inunde, sales a la calle. La noche está oscura, miras al cielo que está lleno de estrellas y ves a la luna.
Nuestra luna hoy está llena, reinando en el firmamento. Parece que te sonríe, quizá, te pida una cita.
Pensando en ello, subes montaña arriba (que en realidad es la azotea de tu casa) te sientas y esperas… miras hacia el cielo, respiras hondo mi esencia. Y sin saber como, en los rasgos de la luna mis ojos brillan.
  -No puede ser- te dices y susurrando preguntas -¿Eres tú mi amor, mi rosa linda, mi princesita oscura?- sonríes a la luna.
Ésta se ruboriza, sus colores rojizos te dan alegría y te llenan de ternura. En el silencio de la noche, oyes una voz suave, calmada y lejana.
  -Sí, mi príncipe, mi dulce caballero, soy tu amada – callado te quedas- dime mi niño ¿A caso estas triste?- pregunta la luna.
  -No. Es que esto que siento, es demasiado profundo y tan lindo que casi no alcanzo a entender. Ante mis ojos te tengo y no sé que hacer. Me enmudece la emoción, la alegría y la nostalgia. Quiero tenerte cerca, hablar contigo de mil cosas, amarte y después abrazarte para que no desaparezcas.
  -Ese es mí mas profundo deseo, mi amor –sonríe la luna- te siento tan cerca, que puedo oír los latidos de tu corazón, oler tu esencia… a tierra mojada e hierba fresca, tu aroma me envuelve y me eleva hasta la luna llena. Luna hechicera… quisiera estar cerca de ti. ¡OH! Abrázame fuerte para que no desaparezca. Te amo tanto, que me duelen los dedos de querer tocarte.  
  -Entonces esta noche soñaré contigo, beberás de mi para hacerte mía, mi dulce princesa –sonríes de nuevo y pícaro un ojo me guiñas.
  -Soy tuya lo sabes, a pesar de la lejanía. Te doy mi alma, te regalo mi vida –suspira la luna.
En el dulce esperar transcurren las horas. El sol curioso asoma, haciendo que acabe nuestra cita.
  -Hasta mañana mi amor, el sol ya brilla –me dices.
  -Nos vemos en la noche, seguro que las estrellas te avisan. Descansa mi vida, duerme, velaré tu sueño desde aquí arriba – sonríe la luna que casi ya no brilla.
El sol metijón, brilla más y más… te lleva el nuevo día. Abres los ojos, despiertas.
  -¿Soñé? –te preguntas y algo agitado buscas la luna.
Entonces, mi esencia te envuelve y tranquiliza, te tumbas de nuevo cerrando los ojos. Y sin saber como, tus labios sientes besados y una caricia roza tu mejilla.
  -Buenos días mi amor, que tengas un buen día – oyes en susurros.
Sonríes, te levantas y afrontas un nuevo día, ansioso de nuevo. Esperando la noche vives el día.
Y es que mi amor, al despertar, siempre te pienso. Tu nombre digo en susurros y te doy los buenos días, te dedico un beso y una caricia, por eso lo sientes cada día.
Y espero, como tú, ansiosa la hora nocturna que nos une y abraza, como tu busco la luna.
Los sueños son nuestros, en ellos nadie nos manda. Sólo nuestros sentimientos, tan profundos y bellos.
Si me amas te amo, si me quieres te quiero.
Tenemos una cita en el firmamento, no faltes mi vida.
En la luna llena te espero.

 CON AMOR, EN LA DISTANCIA... 

Comentarios

  1. Hola de nuevo!!
    Un texto cargado de romanticismo, me ha gustado mucho. Besos!!

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  2. Gracias Lydia, me alegra que te haya gustado. Un beso.

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  3. Perfecto, creo que la Luna es tu amante compañera que extrae de ti un fin de letras enamoradas de verbos vibrantes.

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