MI REGALO
Un amigo
me dijo, que es un regalo la vida…
Y yo,
como siempre, me puse a pensar con que papel lo envolvería.
Y dándole
vueltas al asunto, me di cuenta, de que ese regalo ya tenía papel y que se
presentaba ante mí.
Un bonito
paquete, envuelto por fuera en papel de seda, suave, de un color blanco níveo,
que reflejaba todos los colores del arco iris. Y olía a nuevo, como ha recién
nacido.
El lazo
que lo adorna, es de raso y rojo como la sangre.
No
empiezo a abrirlo de manera desesperada, tengo que hacerlo despacio y de manera
pausada, pues no es cualquier regalo, es mi vida…
Tiro
despacio, deshaciendo la lazada, con manos temblorosas desato el nudo que lo
apretaba. Una vez quitado el lazo, doblo éste de manera lenta y sin aplastarlo,
lo pongo a un lado de la caja.
Despliego
con cuidado, el papel doblado de las esquinas, desenvolviendo así el regalo
entero. Lo doblo con esmero y al lado del lazo lo dejo. Y para mi sorpresa, con
otro papel me encuentro, éste, de color rosa nacarado. Bonito color.
Me recuerda
los días de niña. Y su olor, a pétalos de rosa, me transporta al pasado y puedo
sentir de nuevo, como cuando tenía apenas 16 años, el calor del primer beso en
mis labios… ¡AY! El primer amor… El que mata la inocencia de la niña, para
después convertirla en mujer. Evoco el rostro de mi amor… Y se escapan las
lágrimas de mis ojos. Lágrimas de emoción y de pena. Me limpio éstas y recuerdo
su dulce voz. Río si, río porque aún me acelera el corazón su recuerdo.
Respiro
hondo, y desenvuelvo con desgana el paquete entero. Doblo el pliego con
cuidado, lo acerco a mi rostro, aspiro su aroma, lo beso y después de posarlo
unos segundos en mi pecho, donde agitado palpita mi corazón, al lado del blanco
lo dejo.
Para
encontrarme con otro pliego; éste de colores suaves, tonos lilas, malvas,
amarillos, azulados pasando a morados y negros. Colores brillantes, con olores
diferentes, reconocibles y frescos, como los aromas que se descubren después de
una tarde de lluvia. Puedo sentir la opresión en mi pecho, aquel papel representaba,
las vidas conocidas. Los momentos alegres y tristes, de amor y desamor. De
amistades perdidas, el encuentro de otras nuevas. Con este pliego hice lo mismo
que con los otros dos.
El
siguiente pliego que envuelve la caja, es de un color rojo vivo, con pinceladas
de tonos anaranjados y púrpuras, dorados, y su olor… Deja el rastro de la
evidencia, de la sangre derramada en el parto, ese aroma dulce y metálico que
me provoca sed. Es el momento en el que estoy viviendo, momentos revueltos,
difíciles y raros. Pero el rojo que más abunda, es el amor, que aunque quiero
esconderlo sale solo, y lo doy… Sin pedir nada a cambio. Y aunque recojo lo que
siembro, siempre, me siento sola. Gótico corazón irrazonable, no sé porque aun
palpitas.
Doblo
este pliego despacio, pero con firmeza marcando los lados, para dar paso al
siguiente. Es negro, como la oscuridad, como la noche sin luna y estrellas y el
lazo que lo sujeta, de raso negro como el ébano. La tristeza, los problemas,
las penas, el dolor de la vida, el de la pérdida extrema, el luto maldito que a
todos nos acecha. Puedo sentir su olor, a tierra húmeda y recién escarbada. El negro, mi color favorito, el
que me oculta y me recuerda, que esta vida en verdad es un regalo, pues la caja
vacía y transparente se ha quedado. Ya no hay papel que la envuelva.
Y sin
saber muy bien porque, dentro de ella pongo todos los pliegos doblados y atados
con ambos lazos, cierro la caja y la agito. Ante mis ojos, todo se hace
trocitos, tan diminutos como granos de arroz. Se mezcla todo, los olores, los
colores, la vida… Mi vida.
Y de ese
diminuto confeti, de colores y olores, voy regalando a los que tengo cerca.
A
puñaditos reparto mi legado, mi regalo, mi vida…
Y pienso,
con una sonrisa en los labios, si se darán cuenta de lo que todos los días
pongo en sus manos, en las de mis seres queridos, en las de mis amigos… En mis
escritos, en mi trabajo.
Qué razón tiene mi amigo… Es un regalo la vida, vamos pues a
disfrutarlo
Si Oscura me encanta tu regalo, disfruto de tus letras y me crezco al saber tu empeño, tu lucha que me llega en por el aliento de la fuerza que emanas a cuanto andamos tras tus claras huellas.
ResponderEliminarTe admiro mucho sabes.
MARAVILLOSO BLOG OSCURA FORASTERA, ENHORABUENA
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