A MIS HERMANOS






Hoy la vida me complace regalándome un día más para obsequiar con palabras, con hechos y recuerdos a mis queridos hermanos.
Somos seis, tres chicas y tres chicos, y agradezco a mis padres el haberme dado la importancia que tiene la consanguinidad, saber que no estás solo, que hay alguien más lejos o cerca que comparte tu sangre, el parecido, el talante y el cariño.
Hoy me he paseado por mis recuerdos lejanos, de cuando éramos niños, cuando jugábamos y nos peleábamos, recuerdo esos domingos que sentados todos a la mesa, esperábamos ese cocido que preparaba mamá, los días que ponía judías pintas y Alberto decía que eran cucarachas, o yo, pensando en gusanos cuando comíamos espaguetis, Juan haciendo pistolas con las pinzas de tender la ropa, Sonia jugando con el coche de Nando, este, imitando a Juan y Juani mojando las galletas en mi cola-cao. Recuerdo los días de verano, cuando íbamos a la casa de campo o al Retiro, cuando celebrábamos los cumpleaños o cuando nos acostábamos nerviosos la noche de Reyes; aún puedo oler el aroma de las barriguitas, de la Nancy, si cierro los ojos me traslado al pasado y no puedo evitar emocionarme. Pero crecimos y nos fuimos marchando, dejando una huella profunda, llena de cariño, empatía, complicidad y sobre todo de AMOR.
Hoy, en el presente, cada uno haciendo su vida, resolviendo sus problemas, viviendo el día a día, sé que como yo, a pesar de no estar cerca como antes, hay un momento en el que nos acordamos, nos vemos todos juntos y la añoranza nos hace pensar en unos o en otros. Es un vínculo irrompible, son lazos de seda y sangre, que aunque parezcan débiles no hay quién los arranque, ya que los sujetan nuestros padres, pues en lo bueno y en lo malo, somos hermanos.
Hoy os dedico estas palabras, que dictan mi alma y que me llenan de nostalgia, puede ser la edad, ver hacer lo mismo que hice yo a mis hijos, ver crecer a mis sobrinos y seguir sintiendo ese sentimiento tan profundo por cada uno de vosotros, y como en una comunión encarnada, aquí o en el Valhalla, os quiero y querré con toda mi alma.
Con todo mi amor, vuestra hermana.

MARY



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