SED PROHIBIDA
Parte del capítulo V, espero que les guste.
<< —¿Quién
era Selene?
—Selene.
En realidad nunca lo supe de cierto. Cuando la conocí apenas me importó quien
era y cuando descubrí que era en realidad ya no tenía arreglo. Era una mujer
avasalladoramente bella y exótica para aquella época. Te hablo de los primeros
años del 1700, demasiado llamativa, le salvó que la quemaran por bruja porque
se casó con el alcalde de París.
—Ya
no quiero comer más, si te parece bien nos sentamos en el sillón y me cuentas
cómo la conociste y cómo acabaste siendo… —se negó a decir lo que en realidad
tenía ante ella.
—Un
vampiro —él acabó la frase.
Alba
se levantó de su silla y pasó delante de él para sentarse en el sofá. Malcolm
se sentó lo más alejado que le permitía el sillón, extendió un brazo por encima
del respaldo de este, quedando su mano a pocos centímetros del cabello de Alba;
esta le miraba seria, se cruzó de piernas y se relajó recostando su espalda en
el sillón, quería escuchar su historia que seguramente sería de lo más
increíble, por muy cierto que pareciera en esos momentos.
Malcolm
se había quedado pensativo, como si estuviese recordando su pasado. Su mirada
perdida en el vacío y la tensión de su mandíbula le decían que era bastante
difícil de explicar lo que ella quería saber, o quizá se estaba planteando como
empezar a narrar esa parte de su vida que sin duda tendría que haber sido
dolorosa.
Alba
se acercó a él al ver su indecisión, le puso la mano en el hombro y este giró
la cabeza despacio, la miró a los ojos y sonrió. Sus ojos eran expresivos, su
mirada decía que estaba ávida de saber todo acerca de él. Sabía que no debía
contar lo que le ocurrió, jamás se lo había dicho a nadie. Ahora esa extraña le
pedía narrar la historia de su corta y a la vez larga existencia.
—Malcolm,
sino quieres decirme nada no lo hagas —se acercó más a él aspirando su aroma.
—Jamás
le he dicho a nadie lo que me ocurrió, juré que nunca lo contaría y me juré a mí
mismo intentar… —se quedó mirando sus labios—, Alba…
El
sonido del móvil le interrumpió, él miró quien le llamaba.
—He
de responder, por favor no hagas ruido, —ella asintió y el descolgó la llamada
levantándose del sofá y alejándose de ella—, ¿dígame?
—Tienes
48 horas para dármela, tengo conmigo a una de sus amigas, ahora enemiga y está
dispuesta a decirme dónde encontrar a su familia, sabes que no tengo escrúpulos
y que los mataré, —rio—, quizá los convierta como a Laura, —más risas—, 48
horas Malcolm, donde tú ya sabes, no puedes evitar que Selene vuelva —diciendo
esto cortó la llamada.
—¿Quién
es Laura? —preguntaba Malcolm mirando el móvil.
—Es
mi amiga, o lo era, compartíamos habitación en el hotel, —le miró preocupada—
¿te ha llamado ella?
—No.
Era Eloísa, esta con tu amiga o con lo que queda de ella —respondió.
—¿Qué
quieres decir? —se levantó del sillón y se acercó hasta él.
—Eloísa
la ha encontrado y me temo que la ha convertido. Alba, tengo 48 horas para
hacerte desaparecer y mandar protección para tu familia, —le dijo muy serio—,
no bromeo, llama a tus padres y adviérteles.
—¿Y
qué les digo? Papá, no abras la puerta a ningún extraño que son vampiros ¿Cómo
leches les digo que están en peligro? —le miró nerviosa.
—Está
bien, escucha, dentro de dos horas llamo a Eloísa, le digo que no puedo
entregarte en París porque estamos camino de Escocia y que nos quedaremos en mí
castillo, si te quiere tendrá que ir allí.
—¿A
Escocia? ¿Tienes un castillo? —preguntó asombrada.
—Es
más fácil decirles a tus padres que te vas a Escocia, que hacerles creer que
van a ser asesinados por una vampira loca, —la miró serio—. Y sí, tengo un
castillo, —ella se quedó mirándole—, ¡vamos! Debes hacerles creer que te ha
tocado un viaje o algo así, yo mientras reservo los billetes.
Alba
cogió su móvil y se quedó mirando el número de su padre, titubeando, sin
marcar.
—Hazlo
Alba, el tiempo corre ¡Vamos! —exigió.
—Un
momento, he de saber cómo y qué decirles, —le miró—, ¿cuántos días estaremos
allí?
—No
lo sé, una semana, quizá menos —respondía marcando el número del aeropuerto.
Alba
apretó el número 1 y sonó la llamada, dos tonos después respondía su padre.
—Papá,
soy yo Alba, ¿cómo estáis?
—Bien
hija, ¿y tú?
—Bien,
muy contenta, ¿sabes, he ganado un concurso que se celebraba en el hotel?, me
ha tocado un viaje a Escocia con todos los gastos pagados.
—¡Vaya
qué suerte! ¿Y de qué se trataba el concurso?
—Preguntas
sobre historia, ya sabes…
—¿Vas
a ir?
—Sí,
llamaba para decírtelo, estaré allí una semana —rio nerviosa.
—¿Dónde
te alojarás?
—En
un castillo —miró a Malcolm.
—Aberdeen
—le dijo él en tono bajo.
—En
Aberdeen, he visto las fotos y es magnífico papá —intentó disimular lo nerviosa
que estaba.
—Me
alegro mucho, con lo que te gustan los castillos, —le decía su padre contento—,
y tus amigos, ¿ellos seguirán allí?
—Sí,
Laura ha conocido a un francés muy guapo y ya sabes que es muy lanzada, me
esperarán aquí y después nos iremos juntos.
—Todo
esto me pilla de improvisto, llámame en cuanto llegues y ten mucho cuidado, te
dejo que debo seguir trabajando.
—Te
llamo, papá… te quiero mucho, un beso.
—Un
beso mi niña, ten cuidado.
—Hasta
luego.
Alba
colgó el teléfono y se sentó de nuevo, sentía un nudo en el pecho, nunca había
mentido a su padre. Metió el móvil en su bolso y miró a Malcolm. Él dejaba de
hablar en francés, cerró su móvil y se acercó a ella, vio que tenía lágrimas en
sus ojos.
—Lo
siento muchacha, —se agachó para estar a su altura—, te juro que no te ocurrirá
nada malo, te protegeré con mi vida.
—¿Qué
vida Malcolm? —preguntó ofuscada—, te recuerdo qué estás muerto. >>
OSCURA FORASTERA
SIEMPRE ME FASCINABAN ESTOS CUENTOS DE VAMPIROS Y ESTE ES ALGO QUE ME RECUERDA ALGUNOS VIEJOS QUE LEIA DE INFANTE
ResponderEliminarCLARO QUE NO HE LEIDO LOS CAPITULOS ANTERIORES PERO ME ENCANTA SU TRAMA Y MAS CUANDO SE TIENE UN CASTILLO AUNQUE NO LLEGAMOS HASTA ALLA AUN ES INTERESANTE QUERIDA MARIA GRACIAS POR DARME LA OPORTUNIDAD DE LEERTE
Hola, me alegra que te gusten las historias de vampiros, aunque esta es algo más, gracias por tu comentario y por pasearte por este mi blog, un beso mi buen amigo.
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